Desde la estación JR Himeji Shinkansen, hay un corto paseo hasta el famoso Castillo Himeji-jo, conocido cariñosamente como la Garza Blanca. A medida que te acercas al castillo, los amplios aleros de la enorme estructura blanca parecen descender y elevarse en el aire: un pájaro blanco volando contra el cielo azul profundo. Desde el castillo se mira a través de las estrechas ventanas de madera que dan al parque del castillo hacia la moderna ciudad de Himeji, un contraste de dos épocas.
Mientras caminas por el interior del salón principal, casi esperas que aparezca sigilosamente un guerrero samurái, mientras subes las mismas escaleras estrechas y oscuras que llevaban a los guerreros hasta sus señores en siglos pasados.
De regreso a la brillante luz del día, pasearás por el parque hasta el hermoso paisaje del jardín Koko-en. Aquí te arrodillas en las plataformas de observación y contemplas la quietud de los jardines, mientras las estaciones cambian suavemente ante ti mientras los estanques llenos de carpas se ondulan con la brisa.
Desde aquí, hay un corto paseo hasta el Museo de Arte de la ciudad de Himeji, de ladrillo rojo, que alberga obras de artistas japoneses europeos y locales, y el Museo de Historia de la Prefectura de Hyogo, una sorprendente estructura moderna que muestra la historia de las zonas circundantes. Cuando cae la noche, te unes a los otros cansados ​​visitantes extranjeros en el autobús de regreso a la estación.